viernes, 12 de octubre de 2012

RAÍCES DISIDENTES - MANIFIESTO DE LOS NO DESCUBIERTOS 20 AÑOS DESPUÉS








SON DE LOS NO DESCUBIERTOS
LETRA: OTILIO GALÍNDEZ
INTERPRETA: CÉSAR LIENDO



MANIFIESTO DE LOS NO DESCUBIERTOS

Un grito y una acción creadora para enfrentar toda empresa invasora de muerte y despojo

20 AÑOS DESPUÉS

Para continuar la discusión sobre
la condición y la conciencia requeridas
para crear un verdadero país


Somos el viento que registra y asume el tormento del hombre masacrado por el invasor. La señal de un tiempo que impone la continuación de una lucha que es nuestra, como nuestra es esta tierra que habitamos, aunque tenga por ahora otros dueños.

Somos la lanza que dibuja en el aire el arco de una historia milenaria, la cima de la piedra que mira hacia el solsticio, el rito de la primavera, convocando el nacimiento de la vida.

Nuestros son los sueños que se levantaron sobre este continente con nombre de lluvia y sonoridad de cascada. Nuestro el trabajo, el fruto y el telar.

Nuestros los caminos que conducen a las constelaciones, en las que nuestros antepasados leyeron los signos de las cosechas y de la vida. Nuestras, aunque arrebatadas, apropiadas y destruidas las voces, el canto y el amor del habitante que levantó la guerra ante el invasor.

¡Nadie descubre a Nadie! No hay sociedades cubiertas ni descubiertas. Somos vida que se hizo río fértil y sonoro sobre estas tierras, hasta que llegaron los asesinos con sus instrumentos de muerte a sembrar desolación y ruina, donde antes florecían sonrisas sobre los rostros.

Desde entonces quedó planteada la querella, los términos de un combate entre los supuestos descubridores y los No Descubiertos, entre invasores e invadidos, entre domesticadores y quienes se han negado a ser domesticados. Ellos son los No Descubiertos, quienes resisten, quienes no se entregan ni dan tregua, a pesar de todas las derrotas. Quienes han guardado el canto ritual de las consagraciones en las naves de la libertad.

Los No Descubiertos, una conciencia y una condición diferentes. Porque somos la otra cara de la historia, la historia anónima y colectiva que escriben los pueblos, a pesar de las minorías que los rigen y los dominan, la historia luminosa de la resistencia, más allá de toda muerte impuesta, toda masacre ejercida. La historia de los No Descubiertos.

Tenemos la fuerza de los ríos, el vigor de los bosques, la templanza del maguey, la ilusión de la siempreviva y todas las lecciones que los dioses antiguos dejaron sobre las piedras. Y nos toca hacer trabajo de artesanía, oficio floricultor, tarea de enjambre y de panal, para reconstituir la vida que nos fue quebrada, y recomenzar los tiempos de cosecha y los días de maíz.

Nos toca a los No Descubiertos aglutinar la rebeldía, sembrar caramelos de amor en las luces de los ríos y echar a andar los días de las risas y el combate. Ellos tienen la propiedad de quinientos años de infamia y nosotros el infinito de la vida que resucita cada día sobre la ilusión de los hombres. Ellos tienen la autoría del crimen, nosotros la razón histórica que se vuelve pedernal.

Ellos tienen la mordaza y nosotros el canto. Ellos tienen su  llamada cultura y su ciencia descubiertas para domesticarnos y nosotros el mágico talismán de una palabra hecha de alas de pájaros, de piedras de jade, que algún día emergerán de la tierra, del viento y de las aguas, escribiendo en el corazón de los hombres las señales de la vida que habrán de instalarse en estas tierras como bienes colectivos.

No han bastado quinientos años para borrar los vestigios de las ansias alfareras que se anidan en el pecho de los No Descubiertos. No han bastado los descubridores de ayer ni los criminales de hoy, para acallar el sueño de justicia, el anhelo de redención, la decisión de hacer la historia que se aposenta en los pueblos.

No ha bastado ni bastará la represión, la domesticación, la apropiación para silenciar el canto y la copla, la cuerda que se tensa en el aire ni el repique del tambor que anuncia los tiempos nuevos. Ni la cruzada evangelizadora de ayer, ni los propósitos de los descubridores de hoy, logran borrar las huellas del hombre de estas tierras de la faz de este continente usurpado.

Tenemos sólo la piedra y el canto frente a las armas de fuego y el poder de las minorías. Pero somos los más. Y somos muchos y somos fuertes y somos recios.

Y llevamos grabadas en el corazón las antiguas y nuevas invocaciones, estirpe jirajara, goajira, pemón, arahuaca, caribe o timotocuica, las lecciones de los gayones, los guaiqueríes o los yupkas, el horizonte de los tepuyes, el sol de las tierras llanas, y el canto de neblinas que se posa sobre los páramos. Tenemos el relámpago, el fogón aún sin encender, la leña aguardando su tiempo de fuego, los sueños recogidos en un haz.

Proponemos un deslinde necesario y asumimos un compromiso ineludible: el del cambio que nos lleve a hacer causa común con quienes reclaman hoy los mismos derechos que disfrutan los llamados descubridores-invasores. No podemos ni nos acordaremos nunca con los conquistadores y colonizadores actuales, que propician el reparto desigual, la injusticia, la muerte y la autodestrucción.

No transigimos con la mentira, la trampa ideológica, la demagogia, el fraude histórico, las razones de los ‘descubiertos’.

Buscamos las raíces para encontrar la verdad y la historia que corresponde a los pueblos, a sus luchas, sus combates, sus derrotas, para convertirlas en victorias.

 Vamos más allá de las mentiras oficiales para advertir la inmensidad de la destrucción y la infinita posibilidad que tienen los pueblos de levantarse sobre los reveses, en sus anhelos de ser alfareros y constructores de un tiempo distinto. De ser cantores del porvenir.

El cuestionamiento que adelantan los No Descubiertos va a ritmo de escalada, o a nivel subterráneo, convocando rebeldías inéditas, llamando a la organización de los poderes creadores. Empresa paciente y silenciosa, que a pesar de los obstáculos, va abriendo cauce y brecha en la historia descubierta.

De allí la fuerza inagotable, presente en cada insurrección contenida, en la decisión de los pueblos por conservar su estirpe verdadera de flor y canto para convocar, en esta hora de los No Descubiertos, a la creación de una sociedad de justicia, belleza y amor, que sea la base del país que estamos obligados a construir.

Cátedra “Pío Tamayo”
Centro de Estudios de Historia Actual
Universidad Central de Venezuela
Octubre 1992


NADIE DESCUBRE A NADIE

Este Manifiesto fue escrito en 1992, cuando el mundo celebraba lo que se ha llamado el “Descubrimiento de América,  Encuentro entre Dos Mundos. Día de la Hispanidad”. Posteriormente el régimen vigente habló de ‘Día de la Resistencia Indígena’.

Y ante estas maneras tradicionales de mantener los viejos y gastados señalamientos impuestos por los invasores, levantamos la voz disidente para manifestar que no aceptamos la condición de Descubiertos ni Encontrados ni nada parecido.

En el orden histórico  No hay sociedades cubiertas ni descubiertas. Sólo hay sociedades. Y Nadie descubre a Nadie.

¿Y QUIÉN DESCUBRIÓ A EUROPA O A ASIA?

Imposible admitir la tesis de que América es el único continente descubierto en la historia de la humanidad. ¿Quién descubrió a Europa, Africa o a Asia? ¿Quién descubrió a España?

¿Y es acaso posible cambiar el supuesto descubierto por encontrado?  ¿Cómo es eso de que somos hispanos, derivados  del invasor hispano?

¿Y cómo es eso de que se tome la manifestación de ‘resistencia indígena’ por encima del proceso total que es la invasión violenta y destructora? Lo fundamental es la existencia de una acción invasora a la que hace frente el hombre originario, tal y como recoge la tesis de los No Descubiertos, cuyas ideas madres se recogen en El Manifiesto de los No Descubiertos.

SENTIDO Y CONTENIDO DISIDENTE
DE LOS NO DESCUBIERTOS

Este Movimiento data de los años iniciales de la década de los ochenta y  sus ideas se fueron forjando en el proceso de investigación que iniciamos en  la década de los sesenta. Se constituyó de este modo  la señal de la Disidencia capaz de enfrentar la historia impuesta, narrada, recogida e interpretada desde el punto de vista del invasor de entonces y  de ahora.

Y no se  se trata sólo de un movimiento historiográfico cuya sede se encuentra en los Archivos de Indias. Es una expresión abierta y directa de Historia Actual. Es la expresión de una conciencia y una condición distintas para comprender el proceso impuesto a este subcontinente, que al ser supuestamente ‘descubierto’ se le impuso una condición de inferioridad que aún conserva y utiliza como instrumento de dominación.

HACIA UN DESLINDE NECESARIO

Ser No Descubiertos quiere decir entonces marcar un deslinde con la historia de los otros para los otros, y el reclamo de la organización y la conciencia necesarias para construir una  historia que rompa con los binomios descubridor-descubierto, civilizador-bárbaro, colonizador-colonizado, republicanizador-republicanizado, tirano-tiranizado- democratizador-democratizado, desarrollado-subdesarrollado, revolucionario-revolucionado.

El mismo esquema que impone una historia regida por seres superiores aquí se abrogan la capacidad de decidir la vida de millones de seres humanos que conservan, 520 años después, las mismas condiciones de sobrevivencia, atropello y dolor, carencias y vicisitudes.

No se trata de un movimiento indigenista o algo parecido. No distinguimos en las luchas necesarias e indispensables entre ninguna forma de vida. Somos subyugadores o subyugados. Sepultureros o sepultados. Asesinos, agentes de asesinos o asesinados. Negociadores o negociados. Represores o reprimidos.Y ese es el único y  necesario deslinde.

VIVIMOS LA ERA DE MAYOR DOMESTICACIÓN QUE
CONOZCA ESTE EXPAÍS

Este Manifiesto tiene plena vigencia hoy en este expaís del 2012. Y ojalá sirva para convocar a la conciencia y organización necesarias para el combate  pacífico, con ideas nuevas, ciencia y política nuevas, que son indispensables para detener la actual estructura que se autodenomina revolucionaria, que ha impuesto la mayor domesticación que conozca este expaís.

Hace 20 años este Manifiesto fue nuestro grito de inconformidad y punto de confrontación con la historia impuesta. Hoy seguimos en esta posición. En aquellas horas y en el lapso que va desde el 12 de Octubre de 1991 a la misma fecha del 92, se sumaron a esta acción  voces creadoras encabezadas por Luis Mariano Rivera con su grupo Canchunchú Florido, Guillermo de León Calles con su poesía de entrega y desafío, Otilio Galindo con su Son de los No Descubiertos.

EN EL AULA MAGNA EN 1992
TOMÓ VUELO EL SON DE LOS NO DESCUBIERTOS

En el Aula Magna de la UCV aquel 12 de Octubre de 1992  abrió vuelo ese son de los otros, de los que no admiten ser  descubiertos. Retumbó la voz oscura y compromiso de César Liendo.

PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE LOS ND

El Primer Congreso Continental de los No Descubiertos fue instalado en la Universidad del Zulia el 05 de Octubre de 1992, con participación de ponentes nacionales e internacionales. La lección inaugural estuvo a cargo de Agustín Blanco Muñoz. El evento se desarrollo hasta el 11/10/92.

QUINIENTOS AÑOS DESPUÉS... AÚN LA VIDA!

El 12 de Octubre la actividad continuó en Caracas con la Marcha de los No Descubiertos desde la UCV hasta el centro y luego con la presentación en el Aula Magna del audiovisual en vivo titulado: Quinientos Años Después… Aún La Vida!!!

En este acto participaron Guillermo de León Calles, César Liendo, Rafael Lemus, Julieta Seijas, Gregorio Yépez, Nino Herrera, Hanoi, Yadira Pirela, Grupos Chochón, José Flores,  ‘Patria Buena’, Geea, La Playa.

EL LIBRO DE LOS NO DESCUBIERTOS
PRESENTACIÓN A CARGO DE LUIS MARIANO RIVERA

Allí se presentó El Libro de los No Descubiertos que recogió una buena parte de las ponencias presentadas en las sucesivas Reuniones Preparatorias a este Congreso, desarrolladas desde 1987 a 1992.

PRIMER CONGRESO CONTINENTAL DEL
PENSAMIENTO DE LOS ND

El Primer Congreso Continental del Pensamiento de los No Descubiertos se instala y desarrolla en Ciudad Bolívar el 24 de Noviembre de 1992 y se clausura en la UCV el 30 de Noviembre de 1992.

VEINTE AÑOS DESPUÉS LA CONVOCATORIA ES LA MISMA

Veinte años después todos estos materiales tienen plena vigencia. Y el Movimiento de los No Descubiertos se constituye en la disidencia necesaria en esta hora en la cual este expaís, este continente y este planeta, está en manos de los descubridores y los domesticadores, los represores y los invasores.

VAYAMOS HACIA UNA HISTORIA
SIN DESCUBRIDORES NI OPRESORES

Indispensable, como lo dijimos entonces, convocar a un nuevo pensamiento, a una ciencia y un arte nuevo, como pedía Pio Tamayo, capaz de aprehender esta confusa, oscura y compleja realidad en la que se encuentro este mundo, y comenzar creadoramente a buscar salidas, respuestas, acciones colectivas conscientes y organizadas, profundamente pacíficas, hasta alcanzar un estadio en el cual sea la vida la que se exprese y no la muerte, en el quehacer histórico y en la propia y porvenir de cada individuo.

A eso hemos llamado y seguiremos llamando desde nuestros espacios de EmbusteríasHistoria Actual, la Cátedra Pío Tamayo, la Red Internacional del Colectivo, el Blog de los No Descubiertos.

12 de octubre del 2012.


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sábado, 6 de octubre de 2012

¿Y LA OTRA HISTORIA?


Salvador Dalí



¿Y LA OTRA HISTORIA?

Agustín Blanco Muñoz

¿Transcurrirán estas elecciones en un ambiente de paz, armonía y comprensión? No hay duda de que este es el deseo y esperanza de la inmensa mayoría de los habitantes de este ex país que, más por intuición que por estudio, está convencida de que hasta el presente la violencia no nos ha proporcionado beneficio alguno.

En 200 años de lo que se conoce como vida republicana se registra una aplastante violencia que se ha encargado de dejar huellas indelebles a lo largo del período. La fuerza-imposición es la clave y ley de esta historia del saqueo y el destrozo del colectivo por parte de los poderes establecidos y ordenados.

Y hoy el panorama no es más alentador. Los invasores y poderes que se generaron hace 520 años continúan con vida. Seguimos divididos entre los dueños del capital y el poder y quienes están regidos por sus intereses y orientaciones. Porque, como dice Pío Tamayo, el poeta, pensador y político tocuyano liquidado hace 77 anos por el gomecismo, estamos lejos de ser una sociedad. Somos simple suma de individuos.

Y esta es la situación en la que nos encontramos hoy. Somos el extremo de la división social o política y se impone el proyecto que cuenta con mayor fortaleza económica. Y en esto ejerce su papel la imposición, la violencia en sus más variadas manifestaciones.

En este sentido, lo electoral debe entenderse como un pacto adelantado por sumas de individuos interesados en el control de la maquinaria institucional de poder  vigente.

Se trata entonces de un conflicto entre quienes se sienten más fuertes, y quienes aspiran adquirir mayor fortaleza. Se produce así un cierre de perspectivas que lleva a considerar que sólo existe la puerta de la violencia para los cambios en el orden social.

Pero ¿dónde ha ocurrido esto? ¿Qué sociedades han surgido a partir de la aplicación de una maquinaria violenta? ¿Qué podría aportar la violencia el 7-0 a la suma mayoritaria de individuos que moran hoy en este ex país y que forman parte de la gran legión  de los desheredados?

¿Habrá que volver a contar los muertos? ¿Cuándo elaboraremos una política que tenga como actor el aporte de todos como sociedad y no la destrucción de unos para privilegio de otros?

Sancho, ¿habrá que admitir penosamente que la historia del hombre hasta hoy es una suma de muerte? Y la otra historia ¿cuándo la iniciaremos? T:@ablancomunoz / abm333@gmail.com

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¡DETENGAMOS LA MUERTE!





¡DETENGAMOS LA MUERTE!


Agustín Blanco Muñoz

Hace 520 años comenzó aquí la invasión de la muerte. Hasta entonces la vida tenía otro sentido y no se regía por los valores y motivaciones de la violencia explotadora. Una sociedad que, ante la avalancha armada de quienes se presentaron como una civilización superior, no tuvo como asumir su propia defensa.

Una invasión que trae un claro propósito: la extensión en estas tierras de un dominio que se considera superior en cuanto a lo que los invasores mismos han definido como ‘civilización y cultura’. Y esta empresa que, en principio, es de exploración-apropiación de tierras deshabitadas, se monta sobre las bases del sometimiento y la negación de la libertad de los otros.

Y para lograr ese objetivo empuña el arma superior: extinguir, masacrar, matar impunemente. Su lema es muy claro: ¡Obedeciencia al invasor o muerte! Y en este cometido logra el Estado ‘civilizador’ un aliado consistente: la iglesia católica que consiente en unir su cruz para justificar la masacre como obra evangelizadora.

De allí que la consigna invasora y destructora tomara otra expresión dirigida al originario de estas tierras: ¡Hazte cristiano o muere! Poder y religión se juntan para producir los asesinatos necesarios que garanticen el saqueo.

Una avalancha invasora que se recubre y legitima en una tesis inscrita en el propio código humanístico. Se trata de otorgarle condición humana a quienes supuestamente no la portan.

Es así como el invasor mira a quienes habitan estas ‘tierras inferiores’, que se ven obligados a calificar de despobladas para lograr la aplicación  de lo establecido en la legislación vigente: el derecho de apropiación sobre tierras para tomarlas y registrarlas como propiedad.

Y es a esto exactamente a lo que se va a llamar Descubrimiento de América, después de las conocidas peripecias de la confusión de Colón que lo llevan a creer que había llegado a las Indias Occidentales.

Para los invasores aquí había ‘indios’ con algún parecido con la gente, sin llegar a alcanzar una condición, que sólo se podría adquirir por vía del proceso civilizatorio impuesto, lo cual además otorgaría una especie humana restringida o inferior a la del ‘civilizador’. 

Por una parte se establecieron los propietarios superiores o civilizados y descubridores y por el otro los estigmatizados como inferiores y, en consecuencia, descubiertos. Y a lo largo de nuestro período histórico esta calificación se ha mantenido, teniendo por base y fundamento la propia conciencia de un continente que ha asumido los valores impuestos y que le calificaron e institucionalizaron como descubierto, inferior.

Y esto ha hecho posible la sucesión de invasiones que han recaído sobre estas tierras, sus hombres y sus frutos: la permanente exacción, la continua humillación. Porque se sembró aquí una sociedad cuya única perspectiva está establecida y marcada por la entidad invasora.

El hacer propio, autónomo y soberano no se ha entendido, ni puesto en práctica. De allí que de descubiertos pasemos a colonizados, falsamente independientes, subdesarrollados, dependientes o neocolonizados. La misma historia y las mismas muertes a lo largo de 520 años.

Y frente a esta realidad, la Catedra Pío Tamayo y el Centro de Estudios de Historia Actual de la UCV, proponen, en 1986, la tesis de los No Descubiertos, como una necesidad de enfrentar la concepción histórica e historiográfica impuesta que parte de la negación de la existencia de un proceso social propio en estas tierras que se bautizaron como América.

Una consideración que lleva al invasor a calificar este continente como ‘Nuevo Mundo’ para dejar a un lado los milenios de historia y hacer válida la interesada creencia de que en este territorio la historia comienza con la invasión europea.

Frente a esta acción, doblemente invasora, como concepción histórica y como empresa armada, respondemos de manera contundente: no hemos sido, no somos ni seremos descubiertos.

No hay sociedades descubridoras ni descubiertas. Sólo hay sociedades que portan un nivel de vida propio de su hacer, o del hacer impuesto por otros. De allí que estableciéramos como síntesis para la comprensión de esta historia que: ¡Nadie descubre a Nadie! Y que como No Descubiertos portamos una conciencia y una condición distintas.

Esta visión parece tener en la actualidad vigencia e interés, al menos para debatir lo que hemos sido, somos y seremos. Porque  no podemos seguir explicando este tiempo y sus tragedias a partir de los esquemas impuestos por la magna tragedia inicial.

Hoy y aquí, se impone una profunda reflexión sobre nuestro tiempo de sociedad invadida que lleva 520 años de muertes y más de 200 hablando de una independencia que nadie conoce ni ejerce.

Seguimos supeditados a invasores que hoy se multiplican. Porque, al lado del norteamericano está el chino, el ruso, el iraní, el Alba, el Mercosur, y los Fidel Castro. Y una sociedad que permanece en la condición de invadida no puede ir  más allá del falso discurso independentista. Y sus gobiernos, y específicamente, el que se presenta hoy como revolucionario, está obligado a seguir siendo portador de la condición de invasor, descubridor, impositor e impostor.

Y sus mecanismos de invasión hoy se llaman revolución pacífica que es una manera de esconder cobardemente la violencia en unas supuestas estructura democráticas tan inexistentes como la llamada independencia.

Por ello, esa llamada revolución avanza en los mismos términos de destrucción que cualquier otra empresa invasora, sin siquiera intentar romper el capítulo de la muerte permanente de 520 años que hoy, en plena campaña electoral, deja como trágico aporte los muertos electorales  el 29-09-12 en Barinas: Omar Fernández y Antonio Valero, quienes  no  tenían la decisión de atender al llamado para que se plegasen  a  la falsa patria que proclama la jefatura de la actual  invasión. ¡Qué historia, amigos! T:@ablancomunoz / abm333@gmail.com

El Universal, 05 de octubre del 2012.


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